Una composición musical se divide en una, dos, tres o cuatro partes.
Cada parte es una idea musical desarrollada. Si tiene tres partes
son tres ideas relacionadas que forman un todo. Rítmicamente cada una de las partes
consta de 8,16 o 32 compases. Una composición de aire o movimiento lento tiene 16
compases.
Si es rápida 32 compases. Si es más lenta, 8 compases. Cada una
de las partes se divide en dos mitades. Cada una de las dos mitades, en dos nuevas
mitades, y así sucesivamente.
Estas divisiones están caracterizadas por reposos más o menos
decisivos en la melodía o acompañamiento, o en ambas cosas a la vez, tomando estos
reposos el nombre de “cadencia”.
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